Bendito sea Dios por suscitar esta vocación contemplativa de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón en su Iglesia.
Bendita sea la memoria de la Beata Concepción Cabrera que supo responder con prontitud a esta inspiración.
Benditas sean cada una de las vocaciones que respondieron como la Virgen María: «¡Sí!» a este estilo de vida y son ahora la energía escondida de las Obras de la Cruz, de la Iglesia y de la humanidad, con su oración constante.
¡Dios las bendice!
Bendito sea Dios por suscitar esta vocación contemplativa de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón en su Iglesia.
Bendita sea la memoria de la Beata Concepción Cabrera que supo responder con prontitud a esta inspiración.
Benditas sean cada una de las vocaciones que respondieron como la Virgen María: «¡Sí!» a este estilo de vida y son ahora la energía escondida de las Obras de la Cruz, de la Iglesia y de la humanidad, con su oración constante.
¡Dios las bendice!