¡Hola! soy Raquel Ana Morales Xum, originaria del paraje Palomora, San Andrés Xecul, Guatemala.
Quiero compartir contigo mi historia de amor con Jesús, el amor que ha dado razón y felicidad a mi vida. Empiezo por contarte un poco de mi origen. Nací en 1985, en una familia muy cristiana, pues desde niños nos inculcaron la fe, el amor a Jesús Sacramentado, a María nuestra Madre en especial con el rezo del santo rosario.
me compraron una bolsita para los cantos
Mi papá era miembro de un coro allá en mi Aldea, y iba a rezar el rosario en las casas casi todos los días por las tardes. A estos rezos siempre iban mis abuelitos, papás y mis tías. Recuerdo que desde chiquita me llevaban.
Cuando ya empecé a leer me compraron una bolsita y llevaba mis libros de cantos y mi folletito del rosario. De camino a las casas recuerdo que cantaba y rezaba con fevor, para mí era un gran gozo alabar a Dios, era para mí la alegría de mi corazón.
quiero ser padre
Desde que yo tengo conciencia, recuerdo que en las Eucaristía veía al Padre que celebraba con fervor, y en el momento de la consagración, cuando repartía la comunión a los fieles, siempre me llamaba la atención y decía dentro de mí: “cuando yo sea grande quiero ser Padre” entonces yo tendría como siete u ocho años.
¿por qué no me hiciste hombre?
En una ocasión mi mamá escuchó de que yo decía quiero” ser Padre” y me dijo: “eso es para los hombres”, me sentí desilusionada y un día le dije a Jesús: “¿porque no me hiciste hombre para que pueda ser padre?”. Desde entonces me quedé con esa inquietud y dije: “cuando sea un poco más grande veré cómo hacer para ser de Jesús”.
Sí se puede
Mi abuelita paterna estaba en un grupo de la Pastoral de la mujer y de vez en cuando se iba a unas reuniones en “la Esperanza, Quetzaltenango” y como ella no sabía leer, ni escribir, entonces me llevaba para que le copiara lo que les enseñaban. Las que les daban la capacitación eran unas Consagradas de un Instituto Secular que repartían la comunión en las Celebraciones de la Palabra. Y yo pensaba que estas celebraciones eran lo mismo que las Misas… entonces se renovó en mí el deseo de ser padre. Yo pensaba: “¡sí se puede! pues dejaré familia, mi lugar y seré de Jesús, pues mi gran pasión es colaborar en la Evangelización”.
me sentía amada por Dios
A los diez años hice mi primera comunión en un 12 de junio del 95, yo estaba inmensamente feliz, porque me sentía amada por Dios y se encendía más mi deseo de entregarle toda mi vida, aunque ni sabía ¿cómo sería? Desde entonces no me gustaba faltar a las Misas o Celebraciones de la Palabra.
trabajaba en los tejidos y estudiaba
Recuerdo que cuando tenía 15 años pensé que cuando lleguara a cumplir 18 años me casaría o si no, me saldría a trabajar a la ciudad, etc. Pues quería hacer mi propia vida, ser independiente. En ese entonces apoyaba a mi papá en los trabajos de tejidos y estudiaba. Agradezco a mis Papás por su gran apoyo y a toda mi familia.
tuve pretendientes y novio
Como cualquier chica hacía mi vida de estudiante, estuve en el grupo Juvenil, en el coro, también tuve pretendientes y novio, y quería sofocar la semilla de la vocación, sin embargo, no me sentía satisfecha, como que algo me faltaba.
me sentía confusa
pero cuando estuve en 3ra. Secundaria me preguntaba: “¿Qué carrera voy a seguir? ¿Qué voy hacer con mi vida? ¿Enfermera o religiosa?”, me sentía un poco confusa y le decía al Señor: “si me quieres a tu servicio, entonces pon los medios o personas que me pueden ayudar a descubrir tu querer”. También hacía mucha oración para que me iluminara.
a través del radio
A finales de ese año escuché en radio FRATERNIDAD que iba a ver un retiro vocacional en la Esperanza, ni siquiera escuché todos los requisitos, me emocioné demasiado y le dije a mi mamá que a mí me gustaría ir, pero Ella dijo que no, porque es el tiempo de recoger las cosechas, le compartió a mi papá y él dijo: “pues que se vayan, luego recogeremos la cosecha cuando regresen”.
ahí es mi lugar
Ese retiro duró una semana. En esos días nos dieron los diferentes tipos de vocaciones y en eso las Religiosas de la Cruz por primera vez fueron a exponer su carisma y cuando supe de la Adoración continua, dije dentro de mí: “ahí es mi lugar”. Las hermanas nos invitaron a participar en los retiros mensuales para tener un contacto más cercano con ellas.
los cantos resonaban en mí
Fui a los retiros pues en mi corazón se encendía cada vez más la llama de la vocación. Cada canto, cada pasaje vocacional me resonaba mucho en mi interior como que si el Señor me dijera personalmente:
“Ven y Sígueme”.
“Quizá me estás llamando Tú, no sé ¿qué responder?”
“Antes que nacieras te conocía y te consagré”
a través de los cantos
En una ocasión, por mis rebeldías, no quize ir a la Iglesia y todos se sorprendieron, pues era la que casi no faltaba. Pero es que me quedé escuchando los cantos que me gustaban y el Señor a través de los cantos me tocó nuevamente el corazón con esta frase: ¿A QUIÉN ENVIARÉ?, ¿QUIÉN IRÁ POR NOSOTROS?, YO DIJE: AQUÍ ESTOY ENVÍAME A MÍ.
haz que yo encuentre trabajo
Retomé mis oraciones y le decía al Señor: “si de veras me quieres para ti dame los medios”, ya que en la Aldea no había contacto con religiosas. También le dije: “haz que yo encuentre un trabajo y pueda tener un poco más de contacto con algunas religiosas” y me sorprendió su maravilloso detalle a través de mi hna. Ceci que había conocido a las RCSCJ pues me dieron la oportunidad de trabajar en las Hostias.
sentí un profundo silencio
En el mes de febrero fui a averiguar del trabajo y cuando entré en la casa de las hermanas sentí un profundo silencio y al entrar en la capilla me impactó ver a Jesús expuesto. Sentí gran atracción por la Eucaristía y nuevamente dije: “este es mi lugar, contigo quiero estar” y sentía una inmensa paz.
era importante darme tiempo
Cuando ya estaba trabajando con las hermanas, me preguntaban si yo quería ser religiosa. Y les decía que no, porque era demasiada mi emoción y era importante para mí darme tiempo y descubrir si eso era verdad y si era para mí. Así que me di tiempo para verlas, escucharlas y hacerles algunas preguntas.
¿por qué será que me dijo eso?
A los 6 meses decidí decirles: “sí quiero ser religiosa”. Recuerdo que la Hermana dió un grito de alegría. Me explicó que hay vida contemplativa y apostólica. Y además hay diferentes carismas entre las contemplativas para que yo tuviera una visión más amplia y clara. Me dejó un tiempo para que hiciera mi discernimiento, y me decidiera. Le dije: “sí, está bien”, pero dentro de mí yo decía ¿por qué será que me dijo eso, si yo ya lo tengo bien claro? Luego, llegando el tiempo indicado, le dije que estaba dispuesta a seguir un proceso y así empecé.
¿valdría la pena una vocación así?
Otro momento fuerte de mi vocación fue cuando estaba haciendo mi experiencia de 15 días dentro de la Comunidad en Xela. Faltando como tres días para terminar, yo ya quería tener claro si me decidía a entrar o no, pues me preguntaba si valdría la pena una vocación así: encerrada, con trabajo sencillo, de orar por los Sacerdotes en el ocultamiento, etc. Y Dios me dio una luz fuerte a través del testimonio de un sacerdote que llegó a celebrar la Eucaristía y se desahogó confiando sus intenciones a la comunidad, ya que estaba en una crisis fuerte y dijo que son sus madres espirituales, que en ellas encontraba acogida, consuelo a través de sus oraciones. Fue cuando entendí un poco la trascendencia de la oración y sobre todo la vulnerabilidad del Sacerdote que nunca me imaginaba que ellos también pasan por momentos difíciles. Fue en ese momento que sentí la fuerza de decir sí vale la pena entregar la vida, vivir el “POR ELLOS ME CONSAGRO” que ya en la vivencia fui entendiendo lo que significa.
no vayas a entrar de monjita y a encerrarte
Después de la experiencia se me presentaron algunas dificultades, me ofrecieron un buen trabajo, algunos amigos sospechaban mis planes y me decían: no vayas a entrar de monjita y a encerrarte, etc. Mi Maestra Marilú, me hizo tantas preguntas: ¿Qué por qué me iba de religiosa?, ¿qué si estaba dispuesta dejar a mi familia, a no tener una pareja? etc, le dije que sí, que ya me había hecho esos cuestionamientos y que quería ser Religiosa. Y al final de la conversación, Ella me animó y felicitó por la firmeza en mi decisión.
me ha hecho sentir feliz
El 10 de septiembre de 2017 entré en la Congregación y ya tengo 12 años viviendo con Jesús momentos maravillosos y a la vez de crisis, pero Él nunca me ha dejado sola, siempre ha estado a mi lado, y me ha dado tanto amor, me ha hecho sentir feliz, muy amada, privilegiada, sostenida por su amor, envuelta por tanta misericordia.
arriésgate
Te invito a que tú también puedas experimentar a Dios en tu vida y por si te sientes llamada, no tengas miedo de romper tus esquemas, busca ayuda y no te quedes con tus dudas, arriésgate un poco, verás que “Dios no quita nada lo da todo”.